top of page

11. No existe el destino, y si existe... hazte cargo de enseñarle quien es el jefe.


Eran las 6:00 de la mañana. La alarma sonó con la canción de Thunderstruck de AC/DC. Hace un par de años, se hubiera levantado de inmediato y la hubiera dejado toda, pero ahora ni se daba cuenta. Sólo presionaba el botón de snooze un par de veces sin siquiera estar consciente de que era su canción favorita.

“La mejor manera de predecir el futuro es creándolo.”

- Peter Drucker


Llevaba un par de años en el despacho de abogados de su papá. Él no había querido estudiar derecho, pero “es parte del legado familiar”, decía su papá todas las mañanas, dejándolo sin opción alguna.


De chico había querido ser arquitecto. Un viaje a Nueva York bastó para descubrir su pasión. No sabía que era lo que tenían esos imponentes rascacielos, pero había un aura en ellos que lo llamaban en esa dirección. No pasaron más de dos meses después de ese viaje, su cuarto estaba lleno de construcciones con Lego. No sólo las que te venden en la tienda, sino construcciones propias al estilo Minecraft.


Tenía potencial…


Cuando no trabajamos para construir nuestros sueños, trabajamos para construir los de alguien más.

Quien sabe en que momento se perdió el sueño. Hay momentos en la vida cuando no ponemos atención y terminamos en algún lado que no queríamos. No sabemos ni en que momento paso, pero un día nos damos cuenta de que estamos viviendo como esperan los demás de nosotros y no como nosotros esperábamos vivir.

Estudiar derecho, trabajar en el despacho, usar traje todos los días, habían sido idea de su papa, y por miedo, nunca hizo nada al respecto. Fue como si la vida tuviera un plan decretado para el y lo dejara sin opción alguna, como si el destino estuviera en manos de alguien más.


Pero a muchos les pasa en algún momento, se dan cuenta que no están viviendo su vida, se dan cuenta que está, es la vida de alguien más. Cuando no trabajamos para construir nuestros sueños, trabajamos para construir los de alguien más.


Desafortunadamente, pocos cambian, pocos reúnen la fuerza necesaria para salirse de ahí. Tal vez son responsabilidades que tienen ante otras personas, o tal vez es el miedo de empezar desde cero, pero poca gente es la que se atreve a dar ese paso. Poca gente toma el control de su destino.


como si el destino estuviera en manos de alguien más.


Y esa es la clave. El darte cuenta de que tú tienes el control sobre tu destino. No hay un poder superior llevándote de un lado a otro como si tu misión en la vida estuviera prescrita.


No hay nadie en este mundo que te puede hacer quedarte en algún lado donde no quieres estar. El único que tiene el poder de hacerlo, el único que puede cambiar y construir su destino, eres tú mismo. Sólo tú puedes tomar las riendas de tu vida y cambiar.


No es fácil. El cambiar requiere de muchas cosas. El cambiar requiere de nosotros algo más que nuestro mayor esfuerzo. Requiere que evolucionemos hacia una mejor versión de nosotros mismos. Requiere que nuestros estándares de desempeño incrementen dando lo mejor en cada una de las áreas de nuestra vida.


Decimos que queremos poner una empresa nueva, pero no nos perdemos una serie en Netflix.

Si fuera fácil, todos lo harían.


Si fuera fácil levantarse después de un fracaso, todos tendrían empresas exitosas.


Si fuera fácil pararse después de que la vida se encargo de tirarte una y otra vez, todos serían triunfantes.


No, no es fácil, pero déjame decirte algo, es posible.


Hay pocas cosas tan poderosas en este mundo como el espíritu humano, pocas cosas en la vida que pueden aguantar tanto y seguir adelante después de cada fracaso. Tienes un poder más grande del que te imaginas, una fuerza mayor a la que crees posible. Pero descubrirla tiene un precio, y es ahí, donde la gente falla y se da por vencida.


Si fuera fácil levantarse después de un fracaso, todos tendrían empresas exitosas.

Necesitas arriesgarte. Necesitas hacerte cargo de tu destino, salir de la zona de confort. Darte cuenta de que tú y solo tú, eres responsable por donde estás. Solo tú y tus decisiones te han dado exactamente lo que tienes.


No importa lo que sucedió en el pasado. No importa si crees que la vida ha sido injusta contigo, tú eres responsable por la vida que estas viviendo.


Sólo fíjate lo que estas haciendo cada día, y te darás cuenta, de que tú mismo has producido los resultados.

Es necesario, porque sólo así, puedes tomar el control. Sólo así puedes tomar la fuerza para realizar los cambios necesarios. Al hacerte cargo de tus decisiones, te empoderas a ti mismo para poder desarrollar los hábitos que te darán una nueva vida. Finalmente, todo es resultado de lo que hacemos todos los días.


Todos y cada uno de nosotros tiene 24 horas. La forma en la que utilizas ese tiempo decretará la vida que tienes. Sólo fíjate lo que estas haciendo cada día, y te darás cuenta, de que tú mismo has producido los resultados, que sólo tú eres responsable.


Decimos que queremos poner una empresa nueva, pero no nos perdemos una serie en Netflix.


Decimos que queremos bajar de peso, pero seguimos comiendo exactamente lo mismo esperando que mágicamente desaparezcan esas llantitas.


le enseñarás al destino quien es el jefe.

La clave está en ser consciente de lo que estas haciendo en tus 24 horas, y ver que cambios debes realizar para alcanzar tus objetivos.


No, no es fácil, pero es posible. Exigirá todo de ti, pero tienes más potencial del que crees. Fallarás, tropezarás, te sentirás humillado y solo en algunas ocasiones, pero créeme, saldrás adelante. En el proceso, descubrirás cosas de ti que no conocías. En el transcurso, crecerás y serás una mejor persona.


Y finalmente, le enseñarás al destino quien es el jefe.

11 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page